Cada vez hay más
jóvenes que se inician en el consumo de drogas y destruyen sus vidas
arruinándolas.
La educación
juega un papel vital en prevenir el consumo de drogas y con este artículo
pretendo aportar mi granito de arena para la divulgación de los efectos dañinos
de estas sustancias.
Está realizado
desde un lenguaje cercano para que los jóvenes
comprendan y les parezca interesante.
Definición de DROGA
La más utilizada
en la actualidad es la determinada por
la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual, droga es:
“toda sustancia
que introducida en un organismo vivo por cualquier vía (inhalación, ingestión,
intramuscular, endovenosa), es capaz de actuar sobre el sistema nervioso
central, provocando una alteración física y/o psicologica, la experimentación
de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es decir, capaz
de cambiar el comportamiento de la persona, y que posee la capacidad de generar
dependencia y tolerancia en sus consumidores”
Según esta
definición no sólo son drogas la marihuana, el éxtasis, el LSD, la cocaína o la
heroína, sino que también lo son el alcohol, el tabaco, la cafeína y algunos
fármacos, puesto que el concepto de droga se refiere a que la modificación
puede ser perjudicial o beneficiosa para el ser vivo y que dependerá del tiempo
de administración, de la dosis y las características
del propio ser.
Para que una
droga sea considerada como tal ha de cumplir las siguientes condiciones:
- Ser sustancias
que introducidas en un organismo vivo son capaces de alterar o modificar una o
varias funciones Psiquicas de este (carácter psicoactivo) .
-
Inducen a las
personas que las toman a repetir su
autoadministración por el aparente placer que generan.
-
El cese en su
consumo puede dar lugar a un gran malestar somático o psíquico (dependencia).
No tienen
ninguna aplicación médica y si la tienen, son utilizadas con fines no
terapéuticos.
Hay algunas palabras que también conviene definir para que queden claras:
Dependencia:
La persona, tras un consumo más o menos regular, no sólo desea consumir, sino
que la necesita de dos formas:
- Psicológicamente:
no podemos vivir sin droga
-
Físicamente: no
podemos soportar los síntomas que ocasiona dejar de consumir.
Estos síntomas
varían según la sustancia de la que se trate y constituyen el llamado
Síndrome de abstinencia: conjunto de molestias clínicas que aparecen al cesar
el consumo de forma brusca
Tolerancia: se produce cuando nuestro organismo se habitúa a la droga y necesita
cantidades mayores para conseguir los mismos efectos.
No todas las
drogas afectan por igual a todas las personas:
Hay personas más
sensibles a los componentes y con menos cantidad experimentan antes ciertas
sensaciones y más intensamente.
A las chicas, además,
les afectará el consumo de drogas cuando se queden embarazadas, incluso después
de haber dejado el consumo.
Estas son
las razones que suelen dar los jóvenes para explicar porqué empiezan a
consumir
- Para sentirse integrados con sus amigos
- Como escape
- Para relajarse
- Están aburridos
- Les hace sentir que son adultos
- Para rebelarse
- Para experimentar
Lo cierto es
que todas ellas se resumen en una:
La gente toma drogas porque quiere cambiar algo de su
vida
La creencia de
que las drogas potencian la sexualidad es una de las principales razones por
las que algunos jóvenes quieren probarlas, pero es una falsa creencia porque,
como mucho, incrementan el deseo sexual pero en ningún caso está probado que
ayuden a ser más potentes sexualmente.
Lo que sí les
ocurre a los que las toman para el sexo, es que al no verse cumplidas sus
expectativas su autoestima disminuye aún más y su problema se agrava.
Cuando bebes,
fumas y pruebas otras sustancias no eres tan libre como crees, porque las
drogas le roban a la vida las sensaciones y la alegría que al final son la
única razón para vivir.
Las drogas son
esencialmente venenos. La cantidad que
se tome determina el efecto que causen.
Una pequeña
cantidad da un estímulo (incrementa la actividad). Una cantidad mayor actúa
como soporífero (reduce el nivel de actividad). Una cantidad aún mayor puede
matar a la persona porque actúa como un veneno.
Esto es cierto
para cualquier droga. Sólo varía la cantidad necesaria para lograr el efecto
deseado.
El abuso produce
trastornos psicológicos, que iciden negativamente en las relaciones de uno
mismo con los demás. Al principio es la dependencia y el síndrome de
abstinencia, pero con el tiempo los daños que se ocasionan en el cerebro son
irreparables y tan graves que suelen llegar a ocasionar diferentes tipos de
demencia.
En cuanto a los
efectos físicos, pueden afectar físicamente a la movilidad, a la expresión
facial y a la pérdida de fuerza física.
Las drogas
también causan daños orgánicos, ya que afectan a diferentes partes del
organismo.
Cuando eres
consumidor de drogas, eres rechazado por la sociedad, la gente te señala y
terminas llevando una vida marginal, que además te puede llevar a
más deterioro físico, a más enfermedad y a más consumo, incluso a la muerte.
Todo el mundo
tiene la opción de estar vivo sin las drogas o de estar muerto con ellas.
Una mentira que
dicen sobre las drogas es que ayudan a que la persona sea más creativa. La
verdad es muy diferente. Lo cierto es que destruyen la creatividad.
Hay una escala
de emociones desde el entusiasmo en la parte superior hasta la apatía . La
gente se mueve en esta escala hacia arriba y hacia abajo según transcurre su
vida.
Alguien que está
triste podría tomar drogas para darse la falsa sensación de felicidad, pero no
funciona. La droga eleva a la persona a un falso sentido de alegría, y cuando
el efecto acaba cae aún más bajo de donde se encontraba al principio. Y la
caída emocional es cada vez más y más profunda, destruyendo toda la creatividad
que la persona tiene.
Se ha comprobado
científicamente que los residuos de las drogas y otras toxinas si alojan en los
tejidos adiposos del cuerpo y permanecen ahí, aún años después de haberlas
ingerido, pudiendo afectar al individuo de forma adversa mucho tiempo después
de que el efecto de la droga aparentemente desapareció.
Estos depósitos
de drogas pueden desplazarse y empezar de nuevo a afectar a la persona
reduciendo la percepción, causando agotamiento, produciendo un pensamiento
confuso y muchos otros síntomas, lo que entorpece la capacidad y la conciencia.
El cerebro se deteriora. Después de un
mes de consumir, el cerebro puede recuperarse, pero es difícil y nunca se
recupera del todo, aunque dependerá del grado de deterioro.