La noticia se conoce desde el 27 de marzo, día en que el Gobierno de Aragón, de forma unilateral, es decir, sin hablar con la comunidad educativa, ni con los ayuntamientos, ni con los centros afectados, decide "cargar" contra el medio rural, anunciando el traslado de los cursos de 1º y 2º de Educación Secundaria impartidos en 9 centros de la provincia de Huesca a los institutos más próximos.
No tardan en aparecer las primeras reacciones contra esta medida, que supondría un nuevo ataque al estado de bienestar y un freno al desarrollo rural. El miércoles tenían lugar las primeras protestas por parte de varios padres y madres del Colegio Público de Ayerbe tras conocer que este traslado se podría hacer efectivo para el curso 2014-2015
Esta
medida, según el Gobierno de Aragón, responde a dos razones: el fracaso escolar, que cuantifican en un
30% más; y que al seguir en un colegio tienen menos horas lectivas
(22’5 en lugar de 30), impartidas por maestros y no profesores; no
tienen optativas ni acceso a los programas que se imparten en
Secundaria. Ninguna de estas dos razones parecieron suficientes a la AMyPA de Ayerbe, por lo que una vez reunidos el pasado 2 de abril en el salón de actos del Ayuntamiento (ver noticia), deciden tomar medidas y movilizarse, redactando un comunicado.
La realidad del Colegio de Infantil y Primaria Ramón y Cajal de Ayerbe es muy compleja, puesto que abarca un área de influencia muy extensa que cuenta con hasta 20 localidades. Algunos de los alumnos a los que afectaría, se tendrían que desplazar en autobús en una ruta de más de una hora, por lo que no ayudaría mucho a frenar el fracaso escolar, sino más bien todo lo contrario, ya que el rendimiento bajaría mucho por el cansancio que supondría este desplazamiento en niños de 12 y 13 años. El tiempo invertido en viajes, se lo tendrían que restar a horas de sueño por la mañana ( tendrían que levantarse a las 6) y a participación en actividades vespertinas. Asimismo, se debe recalcar que llegarían a comer a su casa a las 4 de la tarde, con lo que los horarios alimentarios se verían alterados de forma negativa y por tanto de forma perjudicial para su salud, y para su rendimiento académico.
Está demostrado que los resultados de los alumnos de Ayerbe cuando se han desplazado a Huesca a cursar 3º de la ESO no han sido peores que los de otros alumnos, dado el esfuerzo y la implicación del profesorado y de toda la comunidad educativa del Colegio Ramón y Cajal. También es un hecho real constatable que en los institutos, no sólo de Huesca, sino de toda España, algunos docentes de 1º y 2º son maestros y no profesores licenciados, maestros que ejercían en colegios de primaria con la EGB y al desaparecer el plan antiguo, pasaron a ejercer la docencia en estos primeros cursos de Secundaria, no pudiéndo hacerlo en 3º y 4º. Con lo cual la calidad de la educación que los alumnos de Ayerbe han recibido en estos años no se ha visto mermada por la titulación de los docentes, sino enriquecida por su dedicación y su buen hacer.
No es un capricho sino un derecho. Las zonas rurales no pueden ser el objetivo de las atrocidades de la reducción del gasto público.El coste real de esta medida lo tenemos que ver en los niños, no en el ahorro. En la educación, en el futuro, en nuestros hijos, en nuestros pueblos, no se pueden aplicar criterios economicistas sino que debe gestionarse desde la razón y desde el sentido común.
Algunas familias que trabajan en Huesca optarían por vivir en la capital si los niños carecen de una educación adecuada al medio rural, lo cual llevaría a volver a aumentar la despoblación que en estas zonas se ha visto frenada en los últimos años tras el esfuezo de los jóvenes que han apostado por vivir en estos pueblos.
Así las cosas, recuperando el símbolo del lazo amarillo que en el año 1993 se utilizó en las manifestaciones para que los niños no salieran de Ayerbe a los 12 años y... en silencio, o coreando arengas, pero sobre todo, pensando en los chavales y sólo en ellos, Ayerbe salió a la calle el lunes 8 de abril y se manifestó en la puerta
del colegio mostrando su desacuerdo con este ataque a la comarca y a su desarrollo.
En esta concentración tomó la palabra el alcalde de Ayerbe, Carlos Marco, y anunció que se había convocado, para el miércoles, un pleno extraordinario para aprobar la solicitud formal del ciclo completo de la ESO ante el Gobierno de Aragón. Se trataría de una sección delegada del instituto al que corresponde el centro de Ayerbe y contaría con los profesores y con los programas necesarios para ello.
Las palabras del primer edil, que incluso está dispuesto a realizar las mejoras oportunas en el centro dotándolo de las infraestructuras necesarias para albergar los estudios completos de Educación Secundaria, sorprendieron a los asistententes a la congregación porque no eran fruto de negociaciones con otros ayuntamientos implicados. No debemos de olvidarnos que la comunidad educativa de Ayerbe la constituyen 20 localidades, posicionadas todas ellas ante esta movilización. Este alcalde se irá, el gobierno de Aragón cambiará, pero las medidas que se tomen de cara a la educación en el medio rural, perdurarán y los beneficiarios serán nuestros niños, los de ahora y los del futuro. Sería aconsejable que los alcaldes de las localidades afectadas consensuasen las medidas a tomar y no se individualizasen ni se politizasen las soluciones. Todos estamos en el mismo barco y, o se rema en conjunto, o naufragamos
Es importante destacar que no existe, de momento, un compromiso firme por parte del Departamento de Educación Provincial del Gobierno de Aragón, (nada decidido) pero parece ser que han prometido al alcalde (o al menos eso se desprende de sus palabras) que lo estudiarán y para ello tendrán en cuenta el número de alumnos (en los cursos inferiores hasta 24 niños) y las distancias a recorrer por algunos alumnos de poblaciones más alejadas a la capital.
No nos despistemos, que una cosa es que digan y otra muy distinta que hagan. No habrá nada mientras no esté firmado. Hay que hacer entender, a quienes corrresponda tomar la decisión, que lo importante son los niños, que son el futuro de las sociedades y en este caso el futuro de las zonas rurales. Y sobre todo, hay que estar todos a una, como en el 93, porque la unión hace la fuerza y entre todos SE PUEDE.
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