15.2.12

Nuestro alcalde interviene en la radio

Carlos Marco, alcalde de Ayerbe, repasa en Hoy por Hoy las cuestiones pendientes de la localidad. Desde palacios renacentistas en ruína, hasta polígonos industriales inacabados. También se refiere Carlos Marco a proyectos pendientes que quiere recuperar. 

Se trata de un análisis actual sobre nuestro pueblo, tocando diferentes cuestiones que merecen el interés de todos los vecinos. Proyectos inacabados, proyectos actuales, proyectos futuros, turismo, economía, obras, agua, etc. Una entrevista que no deja nada en el tintero.

http://www.radiohuesca.com 

 

11.2.12

Corren malos tiempos

Es francamente frustrante percibir un desmoronamiento de todo aquello que hasta ahora te hacía sentir orgulloso.
Manifestaciones de protesta por el mundo entero te hacen percibir que hay algo que no está bien. Cuando la gente se echa a la calle para protestar de forma multitudinaria hay algo que falla, pero cuando lo que tienes más cerca, como tu trabajo (paro, recortes, despidos, reforma laboral neoliberal...) o tu casa (hipotecas basura, desahucios... ) o tus derechos fundamentales (sanidad pública, educación pública... ) se ven amenazados y te ves abocado a la más absoluta miseria, a la ruina absoluta, entonces, es que el Estado del Bienestar se ha destruido.
 Todos tenemos cerca algún caso de gente que lo está pasando francamente mal, pero muchos, y cada día son más estos muchos, sufriéndolo en propias carnes.
La burbuja inmobiliaria, en su explosión, arrastró en su ecatombe a todo aquel que estaba sujeto a ella, generando situadiones de verdadera pobreza.
Todos nos enorgullecíamos de un proyecto de crecimiento en Ayerbe que parecía que iba a ser su salvación.
Veíamos a nuestro pueblo lleno de adosados ocupados por gente que iba a convertir a nuestra villa en la ciudad dormitorio de Huesca.
Confiábamos en que las naves del Parque Industrial se llenaran de empresarios que iban a dar empleo a todos los Ayerbenses y parte de la redolanza.
Todos vendimos a buen precio todo aquello que nos quisieron comprar creyendo que nos iban a traer el "maná". Todos construimos un nuevo cuento de la lechera, con sede en Ayerbe, que acabó cuando se rompió el cántaro de leche, o lo que es lo mismo, cuando todo "se dió una leche"
El proyecto de Apartamentos en "Casa Canfranc" en la Calle Nueva, termina con los terrenos en propiedad del banco. La Casa de los Maestros, en propiedad del banco. La Gestora Municipal, en suspensión de pagos. Los chalets para la ciudad dormitorio, en caldo de borrajas. Las naves del Parque Industrial, sin terminar ni la primera fase. Y suma y sigue...
Pero todo esto ha sido ¿por una mala gestión?, ¿por la crisis? ¿por soñar despiertos? ¿por querer aparentar lo que no somos?  ¿por las malas cabezas?... Yo no lo sé. Lo que si que sé es que esto es lo que ha sido y ahora hay que pagar los platos rotos entre todos.
Pero, dejando aparte este tema, y volviendo al principio de este artículo: ¿condenamos a los que están sufriendo esta situación de forma particular? quizás tendríamos que ver más allá de ellos y averiguar quién les ha acompañado en su desgracia, porque algunos de los que han estado paseando al borde del precipicio, de alguien han recibido el empujón que les ha hecho caer al abismo.

Desgraciadamente conozco casos de toda clase y manera, y esta situación de sinrazón me ha enseñado en estos últimos meses que no se puede juzgar a nadie, que hay que ser solidario y tender una mano. Hay personas que no llegan a disponer de esa mano que les saque del agujero y acaban en la desesperación,  incluso en el suicidio.
Me gustaría que todos nos dieramos cuenta que cada uno es él, y todo lo que le rodea: familia, trabajo, afán de superación, egoismo, virtud, error, complacencia, humildad... y un sinfín de calificativos, buenos y malos, que juntos forman a la persona y su circunstancia. Me gustaría que fuéramos críticos, que no nos nos dejemos llevar por lo que nos cuentan los medios de comunicación, los vecinos, o las primeras impresiones. Analicemos antes de condenar.
En este país se va a pasar hambre y los servicios sociales cada vez van a ser más escasos, así que tendremos que ser solidarios, empezando por nuestro espíritu crítico.

Si vamos a tener que comprender la crisis de los políticos, ¿no vamos a comprender a los que necesitan ayuda a nuestro alrededor? Están más cerca de lo que imaginamos, estoy segura.